YeRMhAn

(Escrito el domingo por la noche)
Es curioso que nos pasemos el día hablando…hablamos para pedir, hablamos para decir, hablamos para buscar, hablamos por hablar…y sin embargo, hay veces que vale más la pena callarse y escuchar
La vida tiene su propia música, hay veces que suena triste y otras alegres, momentos rápidos y otros tremendamente lentos…Para unos las melodías evocan tristeza, para otros alegría, pero la canción es la misma…la que continuaremos oyendo hasta el último de nuestros días…o hasta quien sabe…
Hay veces que nos volvemos sordos, que nos encerramos en nuestro silencio y que nos empeñamos en vivir de los ecos, o recuerdos como se les prefiera llamar…por eso es importante tener a alguien al lado que te enseñe a oír
Y a ese alguien solo puedes decirle gracias: Gracias por la manera en que te ríes, gracias por la manera en que hablas, gracias por la manera en la que me miras, gracias por hacerme sentir especial, y gracias también por la manera en que me protestas, en que me riñes, en que me haces sentir de menos…Y sí, es que todo en ti me suena a música, no te guardes tus duras palabras, que a mi apenas me duelen, ya puedes estar clavándome el puñal más duro por la espalda, que yo diré: ¿qué es eso tan hermoso que cantas?…Por favor deja que suene esa canción, sigue hasta que mis oídos, ya sordos, no puedan oir sino tu voz…
Tú eres mi canción favorita…
[---¿Por qué cuando hablas solo escucho música? Es todo tan armonioso en ti, que me perdería en el compás de tu respirar…---]